viernes, 15 de octubre de 2010

CONCILIAR EL SUEÑO


Algunos lloran mientras escondidos en los escasos matojos esperan el menor descuido. Aprovechan una rendija, un agujero o abertura que otros hacen a nuestras espaldas. Consiguen pasar aunque a veces se hagan trizas la escasa ropa si no es la piel la que allí dejan. Corren desesperados entre dunas y matas, hasta llegar sin aliento a la playa donde le espera una humilde barca cargada de ingenuos como él que se lanza a la mar antes de que amanezca.

Y cuando a casa llego, sus llantos rotos, retumban en mis sienes sin dejarme conciliar el sueño.

Nani. Octubre 2010.

viernes, 8 de octubre de 2010

LLEVABA



Llevaba el pelo teñido de azul y muy corto. Llevaba una camiseta muy ancha y asimétrica de color pardo poco definido. Llevaba tejanos gris azulado, descoloridos y agujereados. Llevaba un piercing en la nariz, otro en el labio inferior, cinco en la oreja derecha y tres todos juntos, en el lóbulo de la oreja izquierda. Llevaba el tatuaje de un águila en el hombro derecho que asomaba por el escote posterior de la deslucida camiseta de tirantes y otro muy pequeño en la parte derecha del cuello muy cerca del pelo y que parecía una mariposa de color verde llamativo. Llevaba colgado en bandolera un pequeño bolso de crochet tejido en diversos colores aunque descolorido por el uso. Llevaba un dibujo de gena que ocupaba la parte superior de la mano derecha y continuaba en la palma. El otro dibujo de gena, lo llevaba en el pie izquierdo donde las sandalias de tiras de material marrón, le hacían juego. Llevaba los hombros algo encorvados dando la impresión de llevar un peso enorme sobre la espalda. Llevaba tal tristeza en los ojos, que al mirarla dolía el peso que acongojaba su alma. Llevaba tanto dolor en la cara que hoy he sentido su peso, su tristeza y hasta me ha dolido el alma. Llevaba tanto callado, tanto vivido y tanto visto, que sin decir nada, se sabía todo.

Nani. Octubre 2010.