miércoles, 18 de abril de 2018

EDUVIGIS, LA ABUELA



Siempre me llamó la atención aquel oleo pintado por mi tatarabuela Eduvigis. Ese bosque tan excelentemente reflejado en el lienzo me fascinaba, además de las historias contadas por mi padre y la abuela. Supe por ellos de su personalidad y actitudes para las artes plásticas. Me hubiera encantado conocerla, aunque creo que sé de ella y la percibo, por eso en este preciso momento traspaso el cuadro (seguro que con su ayuda), y me encuentro al otro lado, al principio en pensamiento y más tarde físicamente. Ha sido una experiencia un poco surrealista y si no hubiera sido porque me acabo de pellizcar, creería que estaba de nuevo en uno de los sueños que me despertaban empapado en sudor en las madrugadas febriles que a veces me acompañan. Me veo aquí y allí, como distorsionado o partido, cosa que me ha producido un poco de aprensión, ya que mis piernas están al norte y mi tronco y cabeza en dirección sur. Un poco extraño todo y a la vez, emocionante y atractivo. Unos segundos después ha llegado ella. Ha recogido mis trozos, los ha unido con sumo cariño, me ha abrazado y presiento que ha comenzado una nueva historia.

Nani. Abril 2018


2 comentarios:

  1. Un micro onírico-mágico.
    Me gusta abrir la mente y dejarla libre.

    Besos.

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  2. Muchas gracias Toro por ser tan fiel. Dejar la mente libre es lo más de lo más!!
    Besicos muchos.

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